
Queridos amigos,
Hace tiempo que reflexiono sobre la importancia de dejar a un lado las máscaras. En nuestro día a día, es fácil caer en el juego de las apariencias. Nos colocamos máscaras para cumplir con las expectativas de los demás, para protegernos del juicio o para adaptarnos a ciertos roles que creemos necesarios. Aunque estas máscaras nos brindan una sensación de seguridad momentánea, también nos alejan de nuestra esencia y nos impiden conectar de forma auténtica con quienes nos rodean.
Quitarnos las máscaras es un acto de valentía y autoaceptación. Al mostrarnos tal como somos, con nuestras fortalezas y desafíos, no solo liberamos nuestra autenticidad, sino que también invitamos a los demás a hacer lo mismo. Esto crea un espacio para la sinceridad y el entendimiento mutuo.
Reflexionar sobre nuestras máscaras nos lleva a preguntarnos si estamos viviendo de manera genuina o simplemente siguiendo un guión dictado por las expectativas externas. Nos da la oportunidad de evaluar qué partes de nuestra vida están en sintonía con nuestro verdadero ser y cuáles podrían estar desconectadas de él.

Te invito a hacer una pausa y pensar en las máscaras que podrías estar usando.
¿Qué partes de ti estás ocultando?
¿Cómo podrías empezar a mostrar tu verdadero yo con más libertad?
Piensa en cómo esta autenticidad podría enriquecer tus relaciones y mejorar tu bienestar.
Con cariño,
Jani
Graciaaaas. Pensé que sería algo sobre Halloween, pero me sorprendió que fuera sobre las máscaras.